Las dos varas de medir del centralismo

Me da hasta sentimiento (como dice nuestra gente) ver el trato que a veces se nos sigue dando a los canarios por parte del Gobierno central. A fin de cuentas, el centralismo es el centralismo, cualquiera que sea el partido centralista que esté en el poder y cualquiera que sea la forma que revista.

En concreto, para este gobierno “con talante” del Señor Zapatero hay autonomías de primera, como Cataluña o Andalucía, y autonomías de segunda, como Canarias. No hay más que ver el diferente trato que nos están dando en la reforma de los Estatutos, en los Presupuestos Generales del Estado y en todos los programas de modernización de la economía. Además, parece que ese ‘talante’ lleva al PSOE a preferir, o a mimar más, a los nacionalismos más radicales e insolidarios, como los que representan Carod Rovira y Otegui, que otras opciones más mayoritarias y que han contribuido mucho más al desarrollo del Estado, como Convergencia y Unión y Coalición Canaria.

Entrando de lleno en el tema estatutario, desde el año pasado los canarios hemos querido dotarnos de un nuevo Estatuto de Autonomía. No hace falta recordar que ese texto no es el Estatuto de Coalición Canaria, sino el que mayoritariamente fue aprobado por el Parlamento de Canarias, también con la aprobación del PSOE de Canarias. Se trata de un instrumento jurídico esencial para consolidar nuestro autogobierno, pues necesitamos que se nos reconozca definitivamente la insularidad y la lejanía, es decir, nuestra condición de región ultraperiférica, que es el hecho diferencial más evidente y más notorio, más diferente, de cuantos existen en el Estado español. Y también necesitamos que España, como política de Estado, asuma y defienda nuestras singularidades en Europa, y más en un momento como éste en que Francia trata de echar por tierra la Constitución Europa que garantizaba nuestro reconocimiento como región ultraperiférica.

Pues bien, el nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias está ahora en Las Cortes durmiendo el sueño, no de los justos, sino de las conveniencias ajenas a Canarias. Ha sucedido, en este asunto, lo que siempre ocurre con el centralismo: que aplica distintas varas de medir, en función de los intereses que se cuecen en Madrid. Así, mientras que para una Comunidad se dice que se respetará su voluntad, para la otra no se tiene en cuenta la suya; mientras que para una Comunidad hay celeridad, para la otra hay demora; mientras que para una Comunidad es buena una determinada transferencia, para la otra es mala… ¡Demonios, con qué impunidad se atreven a despreciarnos, aunque lo hagan con… “talante”!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Adelante Manolo Lobo, necesitamos que gente como tú, con ideas constructivas y con todos tus objetivos centrados en defender Canarias y Gran Canaria coja las riendas del Cabildo. Los partidos que solo generan insultos y agrasividad, los que reciben lass ordenes de Madrid, no nos interesan a los grancanarios.

Mucha suerte

Anónimo dijo...

Necesitamos ya nuestro Estatuto, para poder avanzar y mejorar las oportunidades para Canarias... ¿Porque Madrid y sus partidos (Psoe y PP) nos tratan siempre peor que a Catalanes, Vascos, Andaluces... y aqui nadie dice nada? Por Favor Sr. Lobo, luche contra esta lacra.