Cambio, ¿qué cambio?

Siento una profunda desconfianza hacia aquellos que en época electoral se llenan la boca prometiendo algo que ya se sabe que no pueden cumplir. Digo esto a propósito de ese presunto cambio del que tanto alardea el PSOE de Canarias.

El cambio –todos lo sabemos– es algo consustancial a la vida misma. Lo es, sobre todo, en este mundo globalizado en que nos movemos, en el que las cosas cambian a un ritmo tan vertiginoso que tenemos que tener una actitud propicia al cambio permanente, a la innovación, al aprendizaje, a la adaptación, a la mejora continua. Pero algunos utilizan el cambio, en vez de como expresión de esa necesidad humana y social, como mero instrumento de propaganda electoral. Y cuando el cambio se utiliza con esta finalidad partidista, la cuestión fundamental es plantearse de qué cambio se trata.

Pues bien, me he puesto a indagar detrás de esa promesa electoral de cambio que hace el PSOE, he leído sus programas (los que dicen no ser copiados) y la verdad es que no encuentro ninguna propuesta que concrete esa promesa de cambio. Esa ausencia de propuestas para el cambio me induce a pensar que lo que realmente buscan es aprovechar esa necesidad de cambio que sentimos todos con las cosas que deben funcionar mejor para proponer un cambiazo. Un auténtico cambiazo, porque en muchos temas están proponiendo lo mismo que ya se viene haciendo en Canarias, como sucede con sus propuestas para la educación, por ejemplo, que se limitan a reproducir el Pacto Social por la Educación que ha impulsado Coalición Canaria, pero ahora puesto en sus propios programas de forma ligeramente retocada. ¡Vaya cambio!

Como dice el refrán, una cosa es predicar y otra dar trigo. Una cosa es llenarse la boca con el cambio y otra bien distinta esforzarse en diagnosticar qué cambios necesita nuestra sociedad y hacer propuestas que sean viables para mejorar nuestra situación y asegurar nuestro futuro. Eso es lo difícil, y eso es lo que no termino de encontrar en los programas del PSOE, si es que son suyos, que ya uno no sabe bien si realmente los tienen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola D. Manuel. Me alegro mucho de encontrarle de nuevo en el ciberespacio.
Soy Antonio Benitez. Me recordará porque me dió clase el año en el que fue elegido Rector de la ULPGC.
Tiene razón cuando dice que el cambio no tiene por qué significar un cambio en el partido del gobierno.
Me preocupa que los políticos no tengan inmaginación a la hora de realizar los programas electorales llegando incluso a copiarlos.
Lo peor, en el caso de Juan Fernando Aguilar, es que nos han intentado engañar cuando nos decían que las 100 medidas para el primer año del gobierno era un borrador. Jajaja. ¡Claro! Se trataba de un borrador (como ellos decían) que fue presentado a todos los directores de los medios de comunicación (durante un desayuno creo recordar). ¡No se lo cree nadie!
Lo que no entiendo es que, en su día, nadie comentara este extremo. ¿Desde cuando un borrador se presenta a los medios de comunicación? Todavía podemos leer este borrador en la edición digital de Canarias 7. ¡Menuda vergüenza!
En fin. Mucha suerte D. Manuel. Cuente con mi voto.